10 de abril de 2017

Capítulo 89

Andrea vuelve a guardar el móvil en el bolsillo, y sigue atento al trazado de la carretera que, poco a poco, se iba plagando de curvas.

-¿Qué pasa, Andrea? -pregunta Palmira

-Nada, sólo es un mensaje de Nana. Dice que nos esperan en el lugar acordado.

-¿Seguro que no pasa nada? Pareces preocupado.

-No es nada, en seguida nos reuniremos con ellas.

Mientras, a unos cuantos kilómetros de distancia, Nana y Alison repartían sus miradas entre la estancia y la niña. Estaban inquietas y no sabían por qué. Una sensación extraña invadía sus cuerpos. Notaron unos ruidos en el exterior, y se miraron alarmadas.

-¿Lo has oído? -comenta Nana.

-Seguramente no será nada. -responde Alison.

-No estoy tranquila, tengo un mal presentimiento.

-Yo tampoco, pero será mejor que nos calmemos o terminaremos por alarmar también a la niña.

-Lo intento, pero este lugar, tan…, umm, lóbrego, consigue ponerme de los nervios.

En el exterior, un comando compuesto por tres hombres, organiza su plan sobre el terreno, con el fin de hacerse con “El diamante”. Tras haber vigilado de manera exhaustiva el entorno, llegan a la conclusión de que es el momento. No tienen compañía, sólo están las dos mujeres adultas y la pequeña. En principio, nada puede salir mal.

-Vamos a volver a repasar el plan. -comenta el primero de ellos.

-Yo bloquearé la salida posterior, mientras tú tratas de entrar por la ventana. -dice el segundo.

-Yo, entonces, me encargo de la entrada principal. -replica el tercero.

-Recordad que el error no nos está permitido. No quieren testigos. Las adultas han de ser eliminadas. Repito, la orden es eliminar a las adultas.

-Vuelve a recalcar el primero que, a todas luces, parece el cabecilla de la operación.

Justo cuando los tres hombres se separan para llevar a cabo el plan, son vistos por Nana que, de la impresión, siente que le falta el aire y está a punto de trastabillar y caer al suelo.

-¿Qué ocurre, Nana?

-Son tres, parecen ..., vienen, ¿qué vamos a hacer?

-¿Qué dices?, cálmate, no logro entenderte.

-Tres hombres. Uno viene directamente hacia nosotras, los otros se han ido por la derecha. Joder, ¿qué hacemos? Estamos jodidas.

-No, si les impedimos la entrada. Recuerdas que este lugar ya tiene unos cuantos lustros. Es una edificación antigua, las paredes son gruesas. Y, las puertas, de madera de roble, con cerrojos que soportan más de un empellón.

Cuando el cabecilla del comando se dispone asaltar la vivienda a través de la ventana, un coche a toda velocidad hace su entrada en el recinto.

-Abortar operación. Repito, abortar operación. Volved al lugar de encuentro.

Apenas detenido el vehículo, Andrea y Palmira se dirigen, a la carrera, hacia la planta baja del edificio. Llaman a la puerta y, han de insistir con los golpes y con gritos, hasta que Alison les abre la puerta.

-Ya estamos aquí. -dice Andrea.

-Pasad, rápido. Creo que tenemos compañía. -comenta Alison.

-¿Compañía?

-Sí, Nana dice haber visto a tres individuos que se acercaban al edificio.

-Nosotros no hemos visto a nadie. -dice Palmira.

-Voy a salir a comprobarlo. -responde Andrea.

-¡Ten cuidado! -dicen las tres al unísono.

Andrea, que no las tenía todas consigo, da un par de vueltas por las inmediaciones, antes de volver a la vivienda.

-Hemos de irnos. No hay nadie, pero sin duda, ha habido alguien por aquí hace poco. He descubierto varias colillas que no deben de llevar mucho tiempo ahí.

A un par de kilómetros de distancia, en un todoterreno negro, el conductor se dirige a sus dos compañeros:

-Nos van a matar, los Poncianos nos van a matar.


By Txiqui
Txiqui

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