17 de marzo de 2017

Capítulo 65

Robles y Alonso tomaron un vuelo, unas horas más tarde de la explosión en la recepción del Museo del Vidrio. Ésta había volado por los aires y miles de fragmentos de cristal invadían las inmediaciones de Fondamenta Marco Giustinian. El ataque sembró el terror entre los habitantes de la isla, así como de los turistas que habían ido a pasar allí unos días de descanso.

Todos los medios se hicieron rápidamente eco de la noticia. El sentir generalizado era que un grupo terrorista estaba sembrando el pánico a nivel mundial, desde América del Norte a Europa. Demasiados atentados con bomba en muy poco espacio de tiempo. Ningún gobierno confirmaba ni desmentía si era el comienzo de una etapa de terror. Esa incertidumbre estaba haciendo mella en los ciudadanos y miles de manifestantes pedían explicaciones por las calles de las principales ciudades.
Mientras tanto, la Europol junto a la CIA, aunaban esfuerzos para comprender lo que estaba sucediendo y poner fin a tantos atentados, heridos y fallecidos.

El capitán y el teniente se dirigieron a La Haya para retomar sus investigaciones e intentar descubrir si la información que había en el disco externo, encontrado entre los escombros, podría esclarecer alguno de los puntos.

Al llegar al edificio pasaron todos los controles de seguridad. Posteriormente, entraron en un gran despacho, donde compañeros estaban atendiendo llamadas, revisando información clasificada, recuperando datos de ordenadores,… Al fondo de la sala había otra habitación con acceso restringido.
Robles introdujo los códigos, huella y reconocimiento por iris. Una vez traspasada la entrada, la puerta se cerró. A continuación, Máximo realizó los mismos pasos.

Una vez dentro, se podía ver un gran panel lleno de fotos y letreros, unidos entre sí. Era  como si múltiples líneas de metro se hubieran concentrado en un enorme puzzle.

Por un lado, se encontraban diferentes escenarios, entre los que destacaban Venecia, Malta, y lugares del otro lado del charco, como Chicago y Colombia.

A la derecha, una foto de Viktor Iliescu, como jefe de los Poncianos. También letreros con las palabras FARC;  esmeraldas; tráfico de personas; drogas, y un grupo griego, fabricante de barcos.

También información con fotos, fechas y circunstancias en las que fallecieron Levy, Razzi y Martin. Incluso figuraba la del mayordomo muerto por un disparo en La Valeta. Debajo de la imagen de Isaac había un interrogante. Se había pedido exhumar el cuerpo para verificar si la muerte había sido provocada, y estaban a la espera de confirmación. Todo apuntaba a que el tutor de Palmira había sido envenenado, ya que, por extrañas circunstancias, no se le había practicado autopsia.

En la parte izquierda de panel se podían visualizar fotos y datos del resto de personas que, en mayor o menor medida, tenían relación con el imperio Caelum.

Era ya la hora de conocer los datos del pendrive que localizaron dentro de un pequeño maletín, en el despacho de Levy. No podían comprender como, aparentemente, no estaba dañado.

El capitán comenzó a teclear el código que Macarena le proporcionó a Máximo.  F I L I A  C A E L O. En la pantalla apareció el logotipo de la familia, con el diamante y las hojas de laurel rodeando el mismo. En el centro, había un enlace a los ficheros. Colocó el cursor sobre el dibujo del mineral y pulsó intro.


Robles y Alonso se miraron perplejos al ver la información en la pantalla. ¿Cómo podía ser?

By Vestigium
Vestigium

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