10 de febrero de 2017

Capitulo 30

Pasadas unas semanas del incidente ocurrido en Malta, me sentía abrumada por los acontecimientos. Había fallecido Daniel, una persona en quien confiaba absolutamente al igual que en Isaac. Ahora no me quedaba nadie en quien confiar pues todos guardaban un secreto que aun no se me había revelado. Daniel me había comentado que había otra persona que también lo sabía, ¿pero quién era?

La herida del hombro había sido superficial pero aun me molestaba cuando movía el brazo. Cualquiera de las personas de las que estaba rodeada podía ser sospechosa de intentar quitarme de un plumazo ¿Pero quién querría matarme?

No quise que la policía investigara el caso pues tenía miedo que todo se precipitase hacia el peor desenlace. Quería ser yo quien investigara por mi cuenta. Tenía mis sospechas pero aun no me atrevía adelantar nada.

Me sentía débil, sin fuerzas. Casi sin ganas de seguir allí. Me apetecía coger un avión y volver a Sevilla. Tirarlo todo por tierra.

¡Echaba tanto de menos a mi amiga Macarena!. Ella siempre estaba conmigo, arropándome cuando me sentía mal ó cuando algo me preocupaba.

Recuerdo aquel día en que descubrí que mi mejor amigo y compañero de trabajo me había traicionado poniendo en entredicho un trabajo que habíamos entregado a la Diputación Provincial de Sevilla, dejándome en mal lugar para él llevarse todas las glorias. Era su forma de escalar puestos. De hecho, después de aquel día, dejó de trabajar conmigo y le ofrecieron un puesto de director en el área de Cultura y Ciudadanía en la propia Diputación.

 Me sentí tan mal aquel día y tan dolida que no me podía creer lo que había ocurrido. Cuando llegué a casa alrededor de las once de la noche, Macarena ya estaba allí, preparando la cena:

-       Palmira, ¿qué te pasa? ¿Cómo ha ido todo en la exposición?
La miré con los ojos a punto de llorar. Su reacción al verme fue la de abrazarme y no preguntarme nada más. Yo la abracé tan fuerte, que sentí que era alguien en quien podía confiar. Rompí a llorar casi sin consuelo durante varios minutos hasta que pude tranquilizarme. Entonces me separé de ella y le dije:
-       Ha sido Raúl…No me esperaba lo que ha hecho…después de tantos años trabajando juntos…No me lo esperaba…
Me dio un pañuelo de papel para que me secara las lágrimas y me agarró fuerte las manos.

_ ¿Qué ha pasado? Cuéntame Palmira.

Le conté todo lo que había ocurrido durante la exposición, los discursos, las presentaciones. Todo, paso por paso tal y como había sucedido. Y ella no dijo nada, sólo me miraba y escuchaba atentamente. Pero me sentía tranquila con ella.


Allí en Italia no sabía muy bien si podía apoyarme en Martín o en Andrea, o quizás en mis padres. ¿En quién podía confiar? Quizás en nadie. Era el momento de tomar las riendas de mi vida y hacerles ver a todos que la poderosa y la que mandaba era yo.

By Amshu
Amshu

1 comentario:

  1. Seguro que en Sevilla hay muchas claves! Alguien ha revisado el despacho y los papeles de Isaac????

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